Con los colores de uñas pasa siempre lo mismo; hasta que no le ves el mismo color a varias personas y te acostumbrás a digerir esa tonalidad como fashion, ese color de esmalte te parece un espanto.
Ante el primer contacto visual decís que no te gusta en absoluto y que estás segura de que no lo usarías ni aunque estuvieras borracha.
Pero basta con ver en las revistas que alguna celebritie top muestre orgullosamente en sus manos un color de uñas verde o azul para que empieces a ver el espectro de otro modo. Acto seguido, aparece esa amiga trendy que todos tenemos cerca, con el mismo color que viste en las revistas y campañas de las marcas más famosas del planeta y tu parecer, ahora si, se da vuelta como una media.
¿Para qué?. Si seremos rehenes de la standarización que llegás a la conclusión de que, evidentemente, no solo ese color se usa y es lo último de lo último sino, además, fantaseas con tenerlo.
Curiosamente, el color de uñas verde que hasta hace poco solo te hacía acordar a la manicura chusma de tu mamá o a la dueña retro de la peluquería de tu barrio va perdiendo ese sesgo negativo.
Ya es un hecho: esos colores de arco iris en en las manos de los grandes íconos de la moda mundial y local te derrumban tus prejuicios.
Ahora te encontrás recorriendo 200 farmacias y perfumerías en búsqueda de ese esmalte exótico. ¿ Cómo no lo tienen?. ¿ Acaso no siguen las tendencias?.
No te averguenzes amiga, por si te tranquiliza, eso es lo que me pasó con ese esmalte celestón que, después de atravesar múltiples e injustas descalificaciones, logró imponerse entre el conjunto de mis lindísimas amigas. Y vamos por más!
(El debut nocturno del esmalte celeste. Con denim, una dupla explosiva! )